Una Tradición Familiar que perdura
Nuestra historia comienza con Constante Dardanelli,quien en 1949 plantó las primeras semillas de este sueño. Dino Dardanelli, su primogénito, tomó la posta junto a sus hermanos y hermanas, consolidando una empresa 100% familiar. Hoy, la segunda, tercera y cuarta generación continúan trabajando unidas, honrando el legado de nuestros fundadores.
En el corazón de Camino de los Molinos, Montevideo, a tan solo 30 minutos del centro de la capital, nuestra bodega es un punto de encuentro entre lo antiguo y lo moderno. Aquí, las tradiciones familiares se mezclan con las ideas frescas de las nuevas generaciones, creando vinos que reflejan nuestra pasión y compromiso.
Cada botella de vino es un testimonio de nuestro esfuerzo, pasión y dedicación. Nuestro objetivo no es solo producir vino, sino también crear momentos que perduren en la memoria. Nos enorgullece ser innovadores y mantener vivas las enseñanzas de nuestros abuelos, quienes nos inculcaron la importancia de trabajar con el corazón, respetando nuestras raíces y apostando por la calidad en cada detalle.
Continuamos trabajando
Para ser un referente en la producción de vinos que cuenten historias. Queremos ser el puente entre generaciones, transmitiendo nuestro amor por la tierra y por lo que hacemos. Nuestro compromiso es claro: mantener viva la tradición, ser innovadores y crear experiencias inolvidables.